5.2 Metas

Como sucede con cualquier dimensión  humana, la motivación es difícil de definir y mucho más de guiar. De entrada pensemos en éstas tres teorías: El racionalismo tradicional, que considera que actuamos porque tenemos un motivo para hacerlo, siendo así responsables de nuestras acciones, el mecanicismo que sería lo opuesto: actuamos por factores bioquímicos que de comprenderos mejoraríamos nuestro rendimiento. Y no puede faltar el determinismo empírico que nos viene a decir que nuestra conducta ha acontecido al cumplirse condiciones específicas, éste último se alinea más en los  efectos derivados del aprendizaje,
La motivación está  formada por muchos factores tales como nuestra personalidad, el instinto básico, el aprendizaje, las expectativas, los estados fisiológicos, etc. Lo indudable es que es una necesidad o un deseo que energizara nuestra conducta y la dirige hacia nuestro objetivo.

Motivación y emoción

Estrechamente ligada a ella, está la emoción y es que las dos estimulan una conducta determinada. La emoción es esa sensación positiva o negativa a la que le sigue una activación fisiológica (llanto, miedo), y  una conducta en consecuencia, es decir las motivaciones se acompañan de emociones, un ejemplo: Tengo una gran motivación para salir con mi compañer@ de trabajo que me gusta, y esto ahora mismo me  trae emociones como alegría, miedo, amor…
Por otro lado las emociones suelen tener un componente motivacional en sí mismas, en éste ejemplo las emociones de alegría y amor y miedo, entre otras claro, me llevan acabar mis obligaciones en el trabajo pronto, irme con “mis mejores pintas”, cancelar o posponer otros compromisos, etc.

Necesidad de logro

Piensa un momento en ti, ¿te esfuerzas por tener éxito, por destacar en los objetivos que se te han fijado?, ¿o piensas en ti mism@ como un@ abúlic@, conformista o excesivamente disciplinad@?, pues si te inclinas más por la primera pregunta estas enormemente motivad@ para uno de los impulsos más comunes de nuestra sociedad: la obtención de logros, de conseguir un resultado significativo y de mejorar tus tareas.

Estilos de las personas con una gran necesidad de logro

  • Tienden a preferir tareas moderadamente difíciles que permiten alcanzar el éxito, ya que éste será atribuido a su propio esfuerzo y habilidades.
  • Se ajustan a un elevado autocontrol y son persistentes
  • Están dispuestos a dedicar su tiempo a la consecución de sus metas.
teoria clelland
Las diferencias individuales proviene de la estructura de la personalidad de cada un@, algun@s dirigimos nuestro  impulso a la consecución del éxito y otr@s a evitar el fracaso. Siendo entonces más susceptibles al premio o bien al castigo, además de la enorme importancia los modelos educativos y anclajes cognitivos que se aprenden desde la infancia.

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